Radiografía de lo que somos...

No me quedan claros todo9s los aspectos del asunto, pero nos lo ha contado un lector y me parece buena idea compartirlo aquí, a ver si entre todos desentrañamos el mecanismo.

En un país normal, esto sería un simple caso de fraude, pero en las particulares circunstancias que atraviesa España, se trata de un caso de fraude fiscal, porque al final su resultado nos afecta a todos.

La jugada consiste en los siguiente: Aprovechando que las cajas están en pleno naufragio y que sus pérdidas van a ser asumidas por los ciudadanos, a algunos empleados que van a ser despedidos seles echa un poco antes de lo debido para que puedan cobrar la indemnización por despido improcedente. Además, pocas semanas antes del despido se les concede un préstamo personal por un importe elevado y luego, en cuanto pierden el trabajo (cosa que ya se sabía que iba a suceder) se les considera incobrables, de modo que el préstamo que se les dio pasa directamente a pérdidas del banco, pues no se puede recuperar.

La jugada es redonda: hoy por ti y mañana por mí. Te aviso de que te vamos a echar, pones todos tus bienes a nombre de otra persona, te presto sesenta o cien mil euros (que quizás nos repartimos) y acto seguido digo que eres un maula o un borracho, sabiendo que es falso, y te despido. Resultado: el despido es improcedente y hay que pagarte la indemnización máxima. Tienes derecho a dos años de paro. El préstamo que te dimos, una vez que no tienes trabajo, es incobrable.  El empleado beneficiario se lleva la pasta y el banco las pérdidas, pero como las pérdidas del banco nos las vamos a repartir a escote, pues nos cae, una vez más, a todos los españoles, el gran estacazo.

Quizás, a título preventivo, habría que echarle un vistazo a los préstamos que la banca ha concedido estos años a sus propios empleados o sus familiares, y no me extrañaría que descubriésemos que parte de las pérdidas son algo más que mala suerte y mala gestión.

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