Defraudador muerto de risa

No es mi campo, pero le sale de ojo a cualquiera: la ampliación de la posibilidad de hacer horas extras a los contratos a tiempo parcial va a ser un tragadero inmenso para la economía sumergida.

Acabo de leer un artículo sobre las nefasta consecuencias que esta ocurrencia tendrá para los trabajadores con contratos a tiempo parcial, y lo primero que se me ha venido a la cabeza es que no sólo será un desastre personal y humano para estos trabajadores, sino que acabará siendo una tragedia para las arcas públicas y para las empresas que quieran estar dentro de la ley.

Y trato de explicarlo: Mientras los trabajadores a tiempo parcial no podían hacer horas extra, la inspección de trabajo podía darse una vuelta por las empresas y si pillaban a un trabajador en supuesto fuera del horario contratado, meter un paquete al empresario por contratación irregular. De esto ya hablamos en otro artículo, y es muy frecuente en algunos sectores como la hostelería o la atención al público, donde se hacen contratos pro dos horas, por si hubiese un accidente laboral, y se trabajan seis o siete en realidad, pagadas por el socorrido y archifamoso procedimiento del sobre.

A partir de ahora, los inspectores de trabajo ya pueden quedarse tranquilamente en la oficina, porque de nada les servirá darse una vuelta por estos establecimientos, ya que el trabajador que pilen fuera de horario podrá estar haciendo horas extras, autorizadas pro la nueva reforma laboral, y no servirá de nada denunciar el caso. O como mucho, con suerte, y usando algún subterfugio, se podrá imponer una sanción menor. Una de esas sanciones que hacen pensar al defraudador que ha valido la pena correr el riesgo y contarlo a sus colegas.

En cuanto se corra la voz de esta novedad vamos a ver un auge descomunal del trabajo en negro y de la economía sumergida, porque convertir un trabajo a jornada completa en un trabajo a tiempo parcial ya no tiene riesgos: se paga menos seguridad social, el trabajador tiene menos derechos, y si hay una inspección, resulta que el trabajador está haciendo horas extras.

Esto, como todos sabemos, perjudica al trabajador, perjudica al Fisco y perjudica, por competencia desleal, a las empresas que están en regla y cumplen con sus obligaciones.

O sea que, como en España ya no había casi nada de economía sumergida, vienen estos tontos del haba a dar facilidades al que defrauda y a complicar la vida al que trata de cumplir.

Me parece indignante.

 

 

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