La vieja historia del grande y el pequeño.

La vieja historia del grande y el pequeño.

Veo a la gente haciendo cuentas sobre quién podrá gobernar con quién, qué clase de leyes se pueden sacar con según qué mayorías y no salgo de mi asombro: o los periodistas se aburren mucho, que no lo descarto, o la ciudadanía no tiene ni puñetera idea de cómo funciona realmente la cosa política.

Sin dármelas de entendido en el asunto, voy a tratar de hacer un breve recensión, a ver si nos queda claro:

En España hay tres poderes, en teoría. El judicial, el legislativo y el ejecutivo. Del judicial vamos a pasar por ahora, aunque últimamente todo acabe en manos de los jueces y se politicen día tras día un poco más los tribunales .

El parlamento es el poder legislativo, ¿vale?. Si no tienes mayoría en el parlamento, no puedes legislar.

Pero es que el poder ejecutivo está aparte, y no tiene que ver con el Parlamento.

Si consigues ganar la sesión de investidura, aunque tengas minoría en el legislativo, sigues teniendo en tus manos el ejecutivo. Y eso supone:

-Poder gobernar por decreto, y luego ya se verá.

-Poder dar instrucciones a Hacienda y otros organismos.

-Poder interpretar las leyes como mejor te pete (mediante circulares) y el que venga que lo recurra.

-Poder decidir cuando se disuelven las cortes y se convocan nuevas elecciones.

Y SOBRE TODO

-Poder nombrar hasta 2900 altos cargos y asesores, a dedo, con maravillosos sueldos y prebendas, dejando a los tuyos maravillosamente agradecidos y satisfechos.

¿Comprendemos ahora por qué importa tanto la sesión de investidura, aunque luego haya o no haya mayorías para sacar leyes?

Los presupuestos se prorrogan. Las leyes que esperen. Pero el Gobierno lo tengo yo y a los altos cargos, a mansalva, los nombro yo. De eso iba Artur Masm, empeñándose en ser Presidente, y de eso va el sainete de ahora.

No nos engañemos.

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