Hay trucos que salen de ojo...

Lo primero que hay que decir es que si estás leyendo esta página, más te vale no hacer trampas, porque los verdaderos delincuentes, los que se llevan los grandes bocados, tienen bufetes enteros de asesores buscándole las vueltas a sus temas fiscales para pagar el mínimo.

De todos modos, si estás aquí, piensa que hay una serie de variables que hacen más fácil o difícil que pesquen ese gato que has metido o piensas meter en el IRPF. Vamos a ellas:

-En primer lugar hay que pensar que en la administración de Hacienda existen muchos tipos de controles, tanto automáticos como humanos. Si lo que has metido de más (o de menos) puede aparecer en un control automático, date por jodido. Lamento ser así de explícito, pero es lo que hay. No ocultes cantidades que te hayan ingresado administraciones públicas ni ninguna que haya supuesto una cotización o retención pro parte de alguien, porque esas salen a ojo. Y si no salen es porque la retención es superior a lo que tendrías que pagar y entonces no estás ocultando un ingreso: estás haciendo el bobo.

-Si tienes un inmueble alquilado con contrato (ya hablaremos otro día del contrato bajo mano), no ocultes las mensualidades que te paga el inquilino, porque él va a declarar ese alquiler y te pillan fijo.

-Si tienes negocios internacionales, no ocultes los ingresos o pensiones procedentes de terceros países, y menos los de la Unión Europea, con los que hay convenios y envían los listados informatizados. A Hacienda le cuesta un segundo darle al botón y cruzar ese dato.

-En general, pide siempre el borrador de tu declaración de la Renta o hazla conforme a los datos fiscales aportados pro Hacienda. No significa que si metes un error eso te libre, pero al menos sabes lo que saben, y ya es mucho.

En cuanto a los controles manuales, piensa que los funcionarios del fisco también tiene eso que se llama complemento de productividad, así que razona con lógica:

-Si eres funcionario o pensionista, hay muchas menos posibilidades de que te pillen en un renuncio, porque al ser ellos mismos los pagadores tienden a revisar con menos atención esas declaraciones, que consideran habas contadas.

-Si estás en la parte baja de los ingresos o en la parte muy alta, es difícil que se metan contigo. En la parte de abajo, porque al inspector no le vale la pena currarse un expediente para sacarte ochenta euros, y en la parte alta porque cuentan con que te defenderás vigorosamente con tus abogados y les llevará años cobrarte si es que lo consiguen. El inspector quiere cobrar su complemento de productividad y lo quiere cobrar cuanto antes, para irse de vacaciones o pasar las navidades. Es tan humano como el que más, y lo que no sea dinero o produzca jaleos y retrasos, prefiere pasar de ello o pasarlo a otro departamento.

-Los intereses de las cuentas bancarias los conocen siempre, pero los pagos aplazados por la venta de un inmueble, o por los préstamos hechos a familiares, aunque se encuentren constituidos ante notario, no los ven tan fácilmente.

-Las plusvalías de las acciones compradas y vendidas en un mismo año salen siempre a relucir. Si tienes la suerte de que has invertido en una compañía que en este tiempo ha hecho un split, es posible que no lo vean. Pero cuidado.

-Y mucho ojo con las indemnizaciones por despido. De eso hablamos otro rato. Pero ojo.

En todo caso, tratemos de ser lo más legales que podamos y juzgue cada cual si le vale la pena el riesgo de la complementaria, con su correspondiente sanción e intereses.

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